Marilú y Sergio

Somos de la ciudad de Neuquén, nos llamamos Sergio y Marilú, tenemos entre 34 y 35 años.Esa así como comenzó nuestra comunicación con Gestar.

Hace once años que estamos casados, creíamos que la oportunidad de ser padres nos había sido negada, buscábamos nuestra misión. Muchas veces pensabamos porqué tanta injusticia, si sólo somos seres comunes, con un gran corazón, todo el mundo se quedaba embarazado, pero nuestra hora nunca llegaba.

Nuestras creencias se ponían en duda, no había explicación para frenar el deseo de ser padres, menos aún para contener la terrible angustia que se iba apoderando de mi alma, la frustración de ser madre.

Era tan difícil la respuesta a la tan conocida pregunta ¿tenés hijos?, y el social comentario, que esperás, mirá que se te pasan los años. Recurrimos al chiste para encontrar la forma menos dolorosa y menos hiriente de dar una respuesta, no todo el mundo tiene derecho a saber lo que a uno le pasa, y mucho menos cuando te ofenden o se trata de cumplir con el mandato social.

Cuando nos enteramos que la única forma de tener un hijo era a través del método de inseminación de mayor complejidad, decidimos esperar un tiempo, esto sucedió hace aproximadamente cinco años, nos aseguraron que aunque sea por "decreto" ibamos a tener un hijo, comentario poco aceptable para nosostros.

Decidimos, esperar, e iniciar el camino de la adopción. En todos lados teníamos que comprobar a través de una sumatoria de papeles que somos buenas personas, pasaron dos años y todavía no recibimos respuesta, pero los niños mueren de hambre en este país. Sufrimos dos intentos de Mercadeo, experiencia espantosa, que existe en este país, por la falta de legislación seria.

Este año decidimos navegar por Internet, primero comezamos buscando juzgados. Un día Sergio encuentra una página que hablaba acerca de inseminación, era Gestar, ahí comenzó el camino de la esperanza. Porque sólo está basado en la confianza y en el respeto mútuo, porque fue como una luz que de pronto se encendió y no pudo volver a apagarse.

Cuando comentamos a nuestras familias, alguien nos regaló una estatuilla de San Ramón Nonato, al principio, nos pareció gracioso y después cada situación que intentabamos resolver, se daba la respuesta esperada.

Gestar nos permitió confiarle nuestros estudios, el seguimiento minucioso y detallado de cada pregunta, de cada interrogante. La confianza que nos brindaron enviándonos medicación carísima sin tener garantías, ni certeza que nosotros cumpliríamos con los pagos. Todo se realizaba vía e-mail.

Cuando llegó el momento de viajar a unos 1200km. de nuestra ciudad natal, nuestros familiares tenían mucho temor por tanta distancia, los profesionales de esta ciudad intentaron por todos los medios que aceptaramos realizarnos una inseminación en nuestra provincia. Pero no, ya les habíamos dado demasiadas oportunidades y sólo recíbíamos exigencias burocráticas y poca contención afectiva.

Ciegamente confiamos en Gestar, en la Dra. Pía Zgrablich, quien cuidadosamente nos daba las instrucciones para suministrarnos la medicación, no sólo eso, sino que además le encargó a su gente lograr la armonía, el confort, la contención necesaria para que el día que estuviéramos allá nos sintieramos como en casa. Así fué, tal cual, esas grandezas que tienen los seres humanos y que tanto cuesta brindar, las encontramos en La Plata, y cierto es que no hay nada mas importante en la vida que "dar".

Allí encontramos valores impagables, confianza, respeto, contención, la humildad profesional y porque no decir la honestidad profesional. Gestar nos devolvió la vida, hoy a quince días de haber sido inseminados, con un resultado positivo podemos decir que es lo más grande del mundo, que no hay palabras para agradecer tanto sentir.

Sólo nos empujó el amor, el amor en nuestra pareja , el amor por tener un hijo, el amor por la vida,y hoy el amor por lo que el Grupo Gestar hace, no hay moneda de oro que pague la dicha de otro ser humano, porque tienen la misión de prolongar la vida de la especie humana.

Este es un simple mensaje, para todos aquellos que desean ser padres y que no se animan a intentar una inseminación, y en particular para todas aquellas mujeres que sienten que su frustración materna las ahoga, existe una posibilidad, no hay que perder la oportunidad de intentarlo.

Nosotros elegimos a GESTAR, apostamos a la vida.

Marilú y Sergio 26-07-04

marilusaffe@hotmail.com.ar

Volver