Los mitos de la fertilidad

El embarazo es el resultado de una compleja combinación de factores y acontecimientos. Existen cantidad de mitos sobre el tema y muchos de ellos son falsos.

Mito: Si un hombre eyacula, es fértil.

Realidad: Los hombres pueden tener un recuento muy bajo de espermatozoides, baja motilidad o mala calidad de sus espermatozoides, pero aún así eyacular. En algunos casos su eyaculación puede no contener ni un espermatozoide. La única manera de saber lo que contiene una eyaculación es estudiando el eyaculado en el laboratorio.


Mito: Los problemas de fertilidad son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.

Realidad: Las dificultades para concebir afectan por igual a hombres y mujeres. Los problemas de fertilidad masculina son el principal diagnóstico en aproximadamente el 25 % de los casos y están presentes en otro 15-25 % de los casos restantes.


Mito: Hay tiempo para seguir intentando hasta los 40 años.

Realidad: La edad afecta las tasas de éxito en los tratamientos de fertilidad, así como la capacidad natural de quedar embarazada. La fertilidad disminuye abruptamente después de los 35 años. Para los 40 años de edad, una mujer saludable tiene alrededor de 5 % de probabilidades de quedar embarazada en cualquier mes dado.


Mito: Las mujeres que se hacen tratamientos de fertilidad tienen mellizos o trillizos.

Realidad: La mayoría de las mujeres que tienen éxito con los tratamientos de fertilidad tienen un único hijo. El riesgo de tener embarazos múltiples con los tratamientos de fertilidad es más alto de lo habitual, pero se puede minimizar.
Actualmente, un promedio de 21 % de los embarazos obtenidos con FIV e ICSI son mellizos y 1 % son trillizos. Esto se debe, fundamentalmente a la práctica de transferir varios embriones al útero para aumentar la probabilidad de éxito.


Mito: Nos resultó fácil concebir a nuestro primer bebé, por lo que esperamos no tener ningún problema con el segundo.

Realidad: Hay razones para ser optimista. Pero las cosas pueden haber cambiado desde entonces. A algunas parejas se les diagnostica una infertilidad secundaria, que puede aparecer a pesar de un embarazo exitoso anterior.


Mito: Los tratamientos de fertilidad van contra la naturaleza.

Realidad: El poder procrear es lo más natural para los humanos. Lo que los tratamientos de fertilidad tratan de hacer es quitar o sortear las barreras que impiden la concepción, esperando que la naturaleza haga el resto.


Mito: Las parejas a menudo quedan embarazadas después de adoptar un hijo.

Realidad: No existe prueba de que el embarazo y la adopción tengan ningún tipo de relación. Algunas historias viajan mejor que otras y probablemente no hayas escuchado las historias de aquellas parejas que adoptan y no quedan embarazadas.