Susana y Fabián

Somos Fabián y Susana y les escribimos para compartir algunas emociones que nos provoco esta nueva etapa de nuestras vidas.

Nosotros nos casamos hace 6 años y siempre creímos que cuando fuese el momento, íbamos a tener nuestro bebe, así pasaron los años, y si bien nunca nos cuidamos, no entendíamos la razón por que no quedaba embarazada. Luego de hablarlo con Fabián, decidimos consultarlo con mi ginecólogo para así tomar carta en el asunto y pese a nuestros miedos decidimos ir a consultar, así llegamos al Instituto Gestar allá por el año 2000 donde fuimos recibidos con mucha calidez, se nos explicó que íbamos a tener que realizar estudios y de acuerdo a ellos se nos daría el tratamiento indicado.

Al principio lo realizamos, pero luego, sin un diagnostico aparente, yo particularmente me desmoralice por lo que decidí dejar por un tiempo, hasta sentirme más preparada.

Y es así como en el mes de octubre del 2004, totalmente decididos a empezar y llegar a nuestro objetivo, nos vimos nuevamente en el consultorio de la Dra. Zgrablich.

No puedo negar que las ansias podian conmigo y me provocaban mucha sensibilidad y llanto, haciendo de Fabián un hombre más fuerte que me consolaba con todo su amor, pero tenía muy claro que no iba a abandonar por nada del mundo y así pasó octubre, noviembre y llegó diciembre, el tercer mes de tratamiento cargado de ilusiones y dispuestos a seguir adelante. Por las fechas sumamente controladas, debíamos realizar nuestra tercera IUI (inseminación intrauterina), el mismo 24, donde nos vimos por la tarde solo la Dra. Zgrablich y yo, dado que no quería que nadie me acompañara. Por la noche brindamos y solo las miradas cómplices con mi marido sabían los deseos en los que estábamos inmersos, y nuevamente y por lo mismo volvimos a brindar para fin de año., esperando el día de reyes para realizarnos el examen de sangre. Ese día jueves, en el laboratorio me explicaron que no creían que el resultado estuviese para el viernes, así que debíamos esperar hasta el lunes, días más, días menos estábamos totalmente entregados.

Aquel lunes trabajamos los dos, todo el día sabiendo que al llegar a casa tendríamos el resultado en el contestador telefónico. A penas se hicieron las 20.00hs, corrí a un taxi, que por favor volara hacia mi casa y sola enfrentada al teléfono, decidí escuchar el resultado que solo decía:

¡Hola! Susana, habla Julio del laboratorio y quería decirte que entre Papá Noel y los Reyes les trajeron un regalito y que el resultado dio positivo ¡los felicito! Cuídate y corto, en ese momento, no pude más que estallar en llanto, sola y gritar ¡gracias Dios mío! Entendiendo que una pequeña lucecita ya brillaba dentro mío. Más grande la emoción cuando pude compartirlo con Fabián que también estalló en lágrimas tan llenas de emoción.

Desde aquel día solo pensamos en cuidar de esta panza que crece día a día, hoy ya con su octavo mes y a la espera de Ludmila sabiendo que toda esta felicidad no hubiese podido ser, si aquel día de octubre en el que decidimos formar un equipo junto a la Dra. Pía, para lograr nuestro más preciado fin.

Gracias

Fabián y Susana

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